Para el mes de Marzo, ASTD hizo la siguiente "Gran Pregunta":
¿El aprendizaje en la empresa en 10 años?
Más que una pregunta, me parece un disparador de múltiples temas. Para comenzar, creo que cuando hablamos de tecnología un horizonte de 10 años es demasiado como para proponer ideas concretas. Solo para recordar donde estábamos parados en Marzo de 1999:
Capacitación en comunidad
En el año 2019 las organizaciones ya no tendrán áreas de "capacitación", ya que los empleados tendrán las herramientas para gestionar su propio desarrollo profesional. Los trabajadores del conocimiento naturalmente recurrirán a sus redes sociales para aprender lo necesario, eligiendo materiales y consultando expertos en base a la utilidad (y credibilidad) asignada por la comunidad. Los capacitadores evolucionarán y se convertirán en (o serán reemplazados por) nucleadores y facilitadores sociales. Ya no será necesario contar con una base de formación educativa o de desarrollo para cumplir estos roles. Las habilidades valoradas serán la naturalidad con la que se mueven en el mundo del conocimiento socializado, y su capacidad para formar comunidades dinámicas y productivas.
Los roles tradicionales de capacitador y diseñador de contenidos (diseñador instruccional) quedarán fuera de la organización, para ser contratados en base a proyectos interactivos de alta complejidad. La mayoría del contenido será generado por los mismos usuarios, con herramientas de "rapid e-learning", muy fáciles de usar y cada vez más poderosas. Así como inicialmente las consultoras de e-learning erán muy parecidas a los estudios de diseño Web, ahora las empresas de e-learning se parecerán cada vez más a los estudios de desarrollo de juegos.
Del lado del hardware y software, ya nadie se preguntará si comprar un plataforma de e-learning comercial o usar una alternativa open source, y tampoco se preguntarán si instalar la plataforma on-site o hostearla externamente. Todo vivirá en la nube de Internet. Incluso la práctica de mantener datos o archivos valiosos en servidores propios pasará a la historia. Las plataformas de e-learning serán utilizadas como un servicio, y solamente serán usadas para dar seguimiento y vincular la actividad de capacitación con los demás sistemas corporativos (evaluación de desempeño, planes de sucesión, temas regulatorios, etc.). Los canales de acceso a los contenidos y a las redes sociales serán seleccionados por los mismos empleados, según sus necesidades y preferencias, ya que todo estará interconectado. Finalmente, la confidencialidad de datos y archivos estará asegurada por protocolos universales de identidad (OpenID) y por sistemas de permisos embebidos en los datos y archivos mismos.
Progreso para todos algunos
Desafortunadamente vivimos en un mundo de asimetrías, y en pocos campos se notan las diferencias tanto como en la educación y la tecnología. Los avances que vienen seguramente serán revolucionarios, pero pocos los verán. Muchas empresas globales seguramente adoptarán muchas de las prácticas innovadoras de la siguiente década, pero la mayoría de las organizaciones pequeñas y medianas seguirán formando a sus empleados en el aula, usando materiales tradicionales (aunque estos sean convertidos a la última tecnología de moda).
Una barrera importante sigue siendo el ámbito de trabajo en cada organización. En empresas industriales, donde la mayoría de los empleados no trabajan cotidianamente con un PC, el cambio debería estar acompañado por nuevas tecnologías móviles (equipos de realidad virtual y computadoras integradas a la ropa) y un mayor uso de robótica (transfiriendo al operador a una terminal en lugar de la línea de ensamble).
Aprendizaje a demanda
No obstante, al final los ganadores serán los individuos, ya que las novedades tecnológicas que nos esperan estarán orientadas a la persona. No dependeremos de nuestras organizaciones para aprender, ni para relacionarnos con aquellos que saben lo que nosotros necesitamos saber. Esto ya está sucediendo hoy. Solo basta buscar en Google o consultar con algún experto en LinkedIn para aprender lo que necesitamos, sin necesidad de esperar que el área de capacitación genere el curso correspondiente.
- La burbuja de Internet todavía no se ha formado
- Google no ha cumplido un año
- El primer weblog cumple poco más de un año
- Todavía no hay zonas Wi-Fi, y el iPhone no será presentado hasta dentro de 8 años
- No han nacido Blogger (1999), Wikipedia (2001), MySpace (2003), Del.icio.us (2003), Skype (2003), LinkedIn (2003), Flickr (2004), Gmail (2004), Digg (2004), Facebook (2004), Google Maps (2005), YouTube (2005) y Twitter (2006)
Capacitación en comunidad
En el año 2019 las organizaciones ya no tendrán áreas de "capacitación", ya que los empleados tendrán las herramientas para gestionar su propio desarrollo profesional. Los trabajadores del conocimiento naturalmente recurrirán a sus redes sociales para aprender lo necesario, eligiendo materiales y consultando expertos en base a la utilidad (y credibilidad) asignada por la comunidad. Los capacitadores evolucionarán y se convertirán en (o serán reemplazados por) nucleadores y facilitadores sociales. Ya no será necesario contar con una base de formación educativa o de desarrollo para cumplir estos roles. Las habilidades valoradas serán la naturalidad con la que se mueven en el mundo del conocimiento socializado, y su capacidad para formar comunidades dinámicas y productivas.
Los roles tradicionales de capacitador y diseñador de contenidos (diseñador instruccional) quedarán fuera de la organización, para ser contratados en base a proyectos interactivos de alta complejidad. La mayoría del contenido será generado por los mismos usuarios, con herramientas de "rapid e-learning", muy fáciles de usar y cada vez más poderosas. Así como inicialmente las consultoras de e-learning erán muy parecidas a los estudios de diseño Web, ahora las empresas de e-learning se parecerán cada vez más a los estudios de desarrollo de juegos.
Del lado del hardware y software, ya nadie se preguntará si comprar un plataforma de e-learning comercial o usar una alternativa open source, y tampoco se preguntarán si instalar la plataforma on-site o hostearla externamente. Todo vivirá en la nube de Internet. Incluso la práctica de mantener datos o archivos valiosos en servidores propios pasará a la historia. Las plataformas de e-learning serán utilizadas como un servicio, y solamente serán usadas para dar seguimiento y vincular la actividad de capacitación con los demás sistemas corporativos (evaluación de desempeño, planes de sucesión, temas regulatorios, etc.). Los canales de acceso a los contenidos y a las redes sociales serán seleccionados por los mismos empleados, según sus necesidades y preferencias, ya que todo estará interconectado. Finalmente, la confidencialidad de datos y archivos estará asegurada por protocolos universales de identidad (OpenID) y por sistemas de permisos embebidos en los datos y archivos mismos.
Progreso para todos algunos
Desafortunadamente vivimos en un mundo de asimetrías, y en pocos campos se notan las diferencias tanto como en la educación y la tecnología. Los avances que vienen seguramente serán revolucionarios, pero pocos los verán. Muchas empresas globales seguramente adoptarán muchas de las prácticas innovadoras de la siguiente década, pero la mayoría de las organizaciones pequeñas y medianas seguirán formando a sus empleados en el aula, usando materiales tradicionales (aunque estos sean convertidos a la última tecnología de moda).
Una barrera importante sigue siendo el ámbito de trabajo en cada organización. En empresas industriales, donde la mayoría de los empleados no trabajan cotidianamente con un PC, el cambio debería estar acompañado por nuevas tecnologías móviles (equipos de realidad virtual y computadoras integradas a la ropa) y un mayor uso de robótica (transfiriendo al operador a una terminal en lugar de la línea de ensamble).
Aprendizaje a demanda
No obstante, al final los ganadores serán los individuos, ya que las novedades tecnológicas que nos esperan estarán orientadas a la persona. No dependeremos de nuestras organizaciones para aprender, ni para relacionarnos con aquellos que saben lo que nosotros necesitamos saber. Esto ya está sucediendo hoy. Solo basta buscar en Google o consultar con algún experto en LinkedIn para aprender lo que necesitamos, sin necesidad de esperar que el área de capacitación genere el curso correspondiente.
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