16/3/09

Un nuevo modelo de colaboración

Matthew Clark escribió sobre la necesidad de contar con software que verdaderamente promueva el trabajo colaborativo, a diferencia de los "paquetes de comunicación" que actualmente existen. Me pareció brillante el modelo de colaboración que propone.

El modelo parte de una muy práctica definición de la colaboración:
  1. La colaboración se orienta a la acción
    La gente debe hacer algo para colaborar. Pueden intercambiar ideas, organizar un evento, redactar un informe, apilar ladrillos, o diseñar un paquete de software. Colaborar es actuar en conjunto, y es el conjunto de acciones que hace a la colaboración.

  2. La colaboración se orienta a los objetivos
    La razón por la cual se trabaja en conjunto es para lograr algo. Hay algún objetivo que impulsa las acciones: crear una página Web, construir un edificio, apoyarse mutuamente para sobrellevar una tragedia, o algún otro objetivo humano. Los colaboradores pueden tener distintas motivaciones, pero la colaboración en sí se enfoca en una meta compartida.

  3. La colaboración requiere de un equipo
    Nadie puede colaborar por si solo. La colaboración requiere de un grupo de personas trabajando juntos. El equipo puede tener cualquier tamaño, puede estar en un mismo lugar o geográficamente disperso, la participación puede ser voluntaria o impuesta, pero existe al menos una mínima noción de ser parte del equipo.

  4. La colaboración requiere de coordinación
    De alguna manera el equipo trabaja en conjunto. La coordinación puede seguir una metodología formal, pero también puede ser implícita e informal. Debe existir la noción de que hay una serie de tareas por hacer, alguna secuencia de acciones, una distribución de tareas dentro del grupo, y alguna manera de combinar las contribuciones de los distintos integrantes del equipo.
La nota continua describiendo los elementos que componen la plataforma colaborativa ideal:
  • Artefactos - aquellos objetos tangibles que resultan de la colaboración
  • Equipo - incluye tanto a las personas como a los vínculos entre ellos
  • Tareas - las cosas a realizar, incluyendo los procesos que las rigen
  • Calendario - provee la organización temporal de la colaboración
  • Acciones - la ejecución de las tareas requeridas
  • Recursos - software, equipamiento físico, dinero, etc.


Clark afirma que los paquetes de colaboración existentes se acercan bastante a cumplir con el modelo propuesto. Incluye ejemplos de herramientas para gestionar los seis elementos mencionados, y hace mención especial de tres plataformas que están cerca de cumplir con todos los requisitos planteados - la suite de aplicativos de Google, la plataforma integrada Zoho, y la combinación de Sharepoint, Outlook y Office de Microsoft. No obstante, continua diciendo que falta que estas herramientas se organicen de acuerdo a una metáfora global y adopten una interfase común. Incluso las suites unificadas funcionan como aplicativos separados, aun cuando tienen una interfase unificada.

Entre sus recomendaciones finales destaco las siguientes:
  • La interfase debe promover la colaboración a través de un tablero de comando central, con acceso a todas las funcionalidades
  • El diseño debe ser modular y extensible para incorporar funcionalidades desarrolladas por terceros (al estilo Moodle)
  • La arquitectura debe permitir la interacción con sistemas y bases de datos externos en forma transparente
  • La plataforma debe estar 100% basada en la Web, y las actualizaciones deben ser en tiempo real